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¿COMO MEDIR LA CALIDAD DEL AGUA?
Bioindicador, especies o comunidades de organismos cuya presencia, comportamiento o estado fisiológico presenta una estrecha correlación con determinadas circunstancias del entorno, por lo que pueden utilizarse como indicadores de éstas. Como bioindicadores se emplean diferentes organismos que reaccionan más deprisa que el ser humano a los productos tóxicos y a las perturbaciones del medio ambiente o bien aquéllos que son sensibles a exposiciones cortas a situaciones extremas que no son detectables en muestreos puntuales. Por ejemplo, las plantas nitrófilas son un indicador de un exceso de abonos nitrogenados, mientras que la composición de la fauna de invertebrados acuáticos indica distintos niveles de calidad de las aguas. Los líquenes se utilizan como bioindicadores de la contaminación atmosférica. Numerosas especies de líquenes reaccionan de modo muy sensible a la contaminación, mientras que otros líquenes pueden no verse afectados. Un desplazamiento de la composición de especies en beneficio de los líquenes menos sensibles indica un aumento de la contaminación atmosférica. El índice de organismos saprofitos para estimar la calidad del agua fluvial también se basa en la observación de los organismos existentes. En las aguas fluviales no puede utilizarse la medición del contenido en nutrientes como ocurre en masas de agua en reposo. Los ríos son sistemas dependientes de las tierras circundantes, y los nutrientes se van acumulando cada vez más a lo largo de su curso. Si en el curso superior del río se encuentran organismos del curso inferior, esto indica un exceso de nutrientes en el agua. Las reducciones intensas, repentinas e inesperadas en la población de especies concretas pueden indicar situaciones peligrosas. Por ejemplo, los riesgos del DDT sólo se pusieron de manifiesto cuando se redujo la población del halcón peregrino. Debido a su posición en la cadena trófica o alimentaria como depredador de aves que se alimentan en los campos, el halcón peregrino reaccionó con especial sensibilidad a ese compuesto tóxico. Igualmente, el envenenamiento silencioso por mercurio de los lagos escandinavos y el mar Báltico sólo se detectó por la disminución del número de ejemplares de águila pescadora. El correlacionar la reacción de los organismos con determinadas concentraciones de compuestos nocivos conlleva grandes problemas, debido a los numerosos factores que influyen en la difusión y el metabolismo de los seres vivos. Por ello, los bioindicadores sirven fundamentalmente para mantener una supervisión previa de carácter general. En ecología, el término bioindicador se emplea para especies indicadoras que, por su hábitat limitado, están vinculadas a determinadas circunstancias. Por ejemplo, una especie de violeta, la Viola calaminaria, es un indicador de suelos con contenido en zinc. La presencia de varias especies de este tipo puede caracterizar un biotopo con gran precisión.
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